Empacar ha sido toda una odisea. Por un lado queremos empacar ligero pues vamos a estar moviéndonos mucho y queremos evitar documentar equipaje pues en tantos vuelos siempre hay riesgo de que se pierda. Pero a la vez vamos a lugares muy distintos respecto a clima y actividades. Por ejemplo, en Nueva Zelanda será invierno con temperaturas mínimas de 0 grados, mientras que en Dubai va a estar a más de 40 grados.
Por lo tanto decidimos limitarnos a una sola mochila de 40 litros cada uno, llevando poca ropa que sea fácil de lavar y se seque rápido. Todo un logro: